Una novela tragicómica narrada por alguien que preferiría estar en otro libro.

Juan Toledo es, a simple vista, un tipo cualquiera: oficinista, soltero, adicto al café instantáneo y con una puntería legendaria para tropezar con todo lo que le pase cerca. Sueña con una vida tranquila, un ascenso modesto, y tal vez -algún día- una novia que no le mande audios de diez minutos.

Pero su rutina anodina da un giro inesperado cuando empieza a oír una voz. No una voz cualquiera: es su narrador. Sarcástico, hastiado y convencido de que narrar la vida de Juan es el peor castigo cósmico posible, este narrador no duda en opinar, interrumpir y burlarse en cada paso del camino.

Entre tropiezos con gaseosas, declaraciones de amor improvisadas, caos en supermercados y citas con mujeres misteriosas (que quizás también oigan al narrador), Juan irá descubriendo que su existencia no es tan aburrida como pensaba... y que hay historias que valen la pena incluso cuando parecen un desastre con patas.

Una comedia existencial repleta de ironía, ternura y cuartas paredes hechas añicos.
Porque a veces, el relato más absurdo es el que más se parece a la vida.

gaseosa trompi

La Vida (no tan) Normal de Juan